Uno de nuestros trabajos más significativos es la restauración de la puerta del Ángel que da acceso al Claustro que fue construido en los mismos años que la sacristía, a principios del siglo XVI, ocupando el lugar del antiguo cementerio norte del templo.
Un claustro suele ser habitual en los conjuntos catedralicios y monásticos, pero resulta raro agregado a un templo parroquial como lo fue Santiago hasta mediados del XIX.
Junto con el de San Francisco de Bermeo constituyen los únicos claustros góticos conservados en Bizkaia.
La restauración se realizó por encargo del Obispado de Bilbao tras los daños sufridos en la riada que asolo la ciudad el 26 de agosto de 1983.
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Antigua mesa del siglo XVIII, con estructura de pino lariceo e inserciones en madera taraceada de nogal, boj, caoba y limoncillo, restaurada por encargo de un conocido coleccionista bilbaíno.
Óleo sobre lienzo.
Se levantaron repintes, eliminado veladuras y el barniz oxidado. Posteriormente se hace un planchado para sentar el color (oleo parcialmente desprendido del lienzo soporte) estucado y reintegrado con la técnica del Rigatino, se finaliza el trabajo aplicando un barnizado de protección.
Restauración de la puerta de acceso.
El Palacio Sosoaga se construyó en 1643 por encargo del capitán Bartolomé López de Sosoaga y su esposa María de Aguirre.
Entre los trabajos de carpintería ornamental destacan las puertas y las contraventanas, diseñadas y labradas por el maestro Santiago Lariz y Goicoechea, por encargo directo del capitán Bartolomé López de Sosoaga. En 1643, ante el escribano Juan de Loibe, se realiza el contrato entre “Bartolomé López de Sosoaga y Maese Santiago de Lariz y Goicoechea, quien ha de hacer toda la carpintería, puertas y lo necesario para la casa nueva que fabrica Bartolomé en esta villa”.
Reloj en ónix y bronce cincelado y dorado al Ormolú («ormolú» se refiere a la aplicación a un objeto de bronce de una amalgama de oro finamente molido. Los franceses denominan esta técnica «bronze doré», en español bronce dorado ...) ha pasado muchos años en una caja tras caerse de una cómoda al suelo, el trabajo necesario y el costo de los materiales de aquellos años superaba en mucho su valor de mercado, pero un día decidimos restaurarlo para devolverlo a la vida.